La noticia sacudió al mundo. Dos niñes de 12 años saltaron desde un tercer piso en una localidad al norte de Barcelona. Un entramado de odio y violencia terminó con la muerte de un niño trans y graves consecuencias para su gemela. Entrevistamos a dos madres santafesinas de niñeces trans que dan su opinión sobre el caso y relatan el contexto en el cual atraviesan sus crianzas.
El 21 de febrero se conoció alrededor del mundo que dos niñes de 12 años habían tomado la determinación de saltar de un tercer piso en una localidad 70 km al norte de Barcelona, en España. Eran una niña y un niño trans de origen argentino, exactamente de la ciudad de Mar del Plata.
Hacía dos años su familia había decidido migrar al viejo mundo y establecerse en la comunidad de Sallent, perteneciente a Cataluña. Las primeras voces comenzaron a indicar lo que más tarde la investigación de los Mossos d'Esquadra (la policía local) terminaría por confirmar: el determinante del suicidio había sido el acoso que recibían Iván y Leila por su origen y por la identidad de género del niño.
Se llamaba Iván
La terrible noticia fue recogida profusamente por medios en España, Argentina y el mundo, pero con una particularidad. A pesar de tener la información de que une de les niñes había solicitado ser reconocido como Iván y tratado con pronombres masculinos, decidieron hacer caso omiso a ello y nombrarlo por el nombre asignado al momento de nacer y con pronombres femeninos.
Frente a esto el Observatori Contra l'homofòbia de Cataluña solicitó a través de su cuenta de Twitter a los medios de comunicación que "traten la noticia con sensibilidad y rigurosidad" y que "modifiquen los comunicados donde se refieren a Iván en femenino y/o se dirigen a él con su deadname". El deadname o nombre muerto es como las personas trans denominamos al nombre que se nos impuso al nacer pero que no nos identifica. Es el nombre que dejamos de usar porque no es parte de nuestra identidad.
‼️Demanem als mitjans de comunicació que tractin la notícia amb sensibilitat i rigorositat i modifiquin els comunicats on es refereixen a l'Ivan en femení i/o es dirigeixen a ell amb el seu deadname‼️
— Observatori Contra l'Homofòbia (@OCL_H) February 23, 2023
A tono con esa solicitud, algunos medios argentinos comenzaron a hacer sus ajustes a la información que ya habían difundido. Aunque otros insisten, todavía en este contexto, en poner en duda la identidad de Iván con excusas como que el cambio de identidad no era expreso, y otras muy similares a las que usa cualquier institución que viola el derecho a la identidad de las personas trans.
El odio continúa
El viernes pasado hubo una movilización al colegio de les niñes en solidaridad con la familia, y una Diputada catalana, Basha Changue, presentó un proyecto pidiendo explicaciones al Departamento de Igualdad y al Departamento de Educación de la Generalitat sobre las intervenciones hechas en la integración de les gemeles a la comunidad educativa y el acompañamiento a la transición de Iván.
Uno de los puntos es específicamente sobre la implementación de un protocolo que prevé el acompañamiento institucional a las personas trans en entornos educativos. La teoría que sostienen los investigadores es que el motivo determinante para quitarse la vida fue el bullying xenófobo y transodiante, y frente a esto el Alcalde de Sallent reconoció que "pudo haber existido acoso" hacía los niños. Todas las miradas están puestas en la responsabilidad educativa e institucional.
Pero el odio no cesa. Durante la inhumación del pequeño Iván, un altar montado por alumnes de la institución donde les gemeles cursaban su educación secundaria, fue agraviado con pintadas xenófobas.
Leila aún se encuentra en un estado de salud complejo, aunque mejorando levemente. Todavía le esperan varias intervenciones antes de poder abandonar los cuidados intensivos.
Niñeces trans y violencia
¿Que pasa respecto a esto en Argentina? ¿La realidad de las niñeces trans es distinta en nuestro país? Eso le preguntamos a dos madres de niñes trans de Santa Fe y Rosario.
Sabrina Reneé es la mamá de Luca, un niño trans de seis años, del sur de la ciudad que cursa los estudios primarios.
Para la comerciante, la realidad de las niñeces en los contextos educativos suele ser complicada, por la falta de información pero también "por la falta de empatía, por la falta de voluntad también, para abordar la temática dentro de la educación".
La mujer señala que las deudas estan en la falta de compromiso desde el Estado y del Ministerio de Educación. "Falta capacitación y un montón de cosas que hacen que ese contexto pueda ser muy difícil para los niños" desliza Reneé.
"Es muy difícil pertenecer a un lugar donde no se respeta tu identidad básicamente. Los chicos se encuentran con prohibiciones de ser quienes son realmente dentro de un aula, porque les exigen cosas que la misma Ley de Identidad de Género dice que no es necesario exigir, como un cambio registral. Al no respetar tu identidad es muy difícil acceder y pertenecer a un espacio educativo" apunta la entrevistada.
En este caso, Sabrina menciona el artículo 12 de la Ley de Identidad de Género de Argentina, que señala que no es necesario, para validar la identidad de las personas, nada más que su expresión; y que pese a los datos registrales, lo que debe primar es el respeto por el nombre de pila elegido, esté o no reflejado en la documentación. Es lo que la ley denomina como el derecho al Trato Digno.
"No sólo les quitan el derecho a la educación, sino el derecho a ser. Todas esas violencias van de la mano y hacen que una criatura colapse, que que se sienta afectada psicológicamente, emocionalmente, que qude muy vulnerable ante estas situaciones y que no pueda estudiar, que es una necesidad tan básica que tenemos todos" apunta la mujer de 32 años.
Sabrina forma parte de la Asociación de Varones Trans y No Binaries que trabaja con el acceso de las infancias trans a sus derechos. En su recorrido dentro de la organización señala que "los padres nos llaman desesperades porque necesitan intervención ante el Ministerio, ante los complejos educativos, porque les niñes colapsan al no poder hacer entender una situación que hoy ya debería estar más que saldada".
La entrevistada apunta a que esa deuda es histórica, y no es sólo con las niñeces y adolescencias, sino que data de años "y hay que intervenir porque no podemos dejar que esas vías se vulneren de esta manera, que les niñes sufran y que no puedan estudiar".
Aprender para respetar
Sabrina remarca que en Santa Fe existe una herramienta que les permite permear sobre esta realidad. Desde el Concejo Municipal Laura Mondino impulsó la ordenanza 12814 que crea el Plan de Abordaje Integral de las Niñeces, Juventudes y Adolescencias Trans a través del cual brindan capacitaciones, en conjunto con el Concejo, a los espacios educativos que así lo requieran.
Además de ese trabajo la mujer señala que desde el espacio militante que comparte se centran en "preparar a les pibis, tratar de empoderarles para que ellos manifiesten quiénes son, y exijan ese respeto. De la misma manera lo hacemos con les xadres para que puedan acompañar este proceso educativo y estas situaciones engorrosas".
Para Sabrina, y quienes llevan adelante este recorrido, es fundamental fortalecer estas herramientaas pues señalan que no hay otras. "No tenemos más que nuestra palabra y nuestra militancia para enfrentar estas situaciones difíciles" declara.
Lali Farina es de la ciudad de Rosario, es mamá de Matt, de 14 años, une niñe de identidad no binaria.
Para ella, la realidad de les chiques trans en el contexto educativo está definida por una palabra: inestabilidad. "Es remarla para nosotros los padres y para ellos, día a día, porque inclusive yendo a instituciones que se auto perciben inclusivas y copadas, te cambió la preceptora o la dirección y es empezar de nuevo" dice la empleada de 50 años.
En este sentido, Farina indica que el trabajo de educación es muy arduo para las familias. Para las niñeces que cursan la educación secundaria, como su hije, acceder "es saber que al menos uno de los 11 profes que te cruzas no te respete" resalta la mujer, y remarca el efecto que eso tiene sobre los jóvenes. "El estrés que genera eso influye negativamente en los niñez y en los adolescentes. Es no poder planificar tu día sin pensar que vas a pasar por alguna situación".
En la visión de Farina, el desafío está en educar a las instituciones con la ley bajo el brazo. "Un pronombre mal dicho o un nombre mal dicho implica días, sino una semana de bajón, de tristeza y de inseguridad y a nosotros, las personas heterocisnormativas, que estamos mal acostumbradas y mal educadas a creer que todo está bajo la heteronorma, nos demora dos segundos pensar antes de hablar, saber que podemos estar pifiándola" sostiene la trabajadora del Ministerio de Cultura. Y señala que la clave es mucho más simple en lo cotidiano: "no dar por sentado y preguntar primero".
Farina asume que la responsabilidad es del Estado, en calidad de gran educador de la sociedad: "Yo no puedo permitir que las maestras salgan de las instituciones de formación docente sin Educación Sexual Integral, que salgan sin saber que es una una persona trans, que los las personas trans no binarias existen, como mi hije".
Los límites no son solamente las herramientas de les educadores, sino también los espacios educativos pensados solamente para ciertas existencias. En las escuelas en general no existen los baños mixtos. O sea, Matty por ejemplo, no tendría un baño donde ir. Entonces para Lali, allí es donde entre el compromiso serio de destinar presupuesto para las reformas necesarias.
Farina también narra una situación de foto escolar donde al separar a les niñes del curso de Matt por género, su hije quedó incómodamente atrapade en esa división, algo tan cotidiano pero tan complejo donde "se presentan estas situaciones de estrés de 0 a 100". E indica que son esas prácticas, cotidianas, las que tienen impacto en definitiva.
Pero la escuela no es el único ámbito en el que se encuentran con esta realidad. La entrevistada relata que por ejemplo en el acceso de la salud de Matt se encuentra con que los formularios para estudios tienen como opciones solamente si sos varón o si sos mujer, y simplemente las personas no binarias no existen. Frente a ello narra que en este contexto es posible que para que un estudio se te apruebe dependa del género, con sistemas informáticos que no están adecuados ni a la Ley ni a la existencia de las personas trans.
Al igual que muches xadres, Lali insiste en construir desde el amor frente a estas realidades hostiles. La elección de la escuela de Matt fue pensando en su comodidad, pero es un frente en el que hay que estar siempre atentes, buscando que las acciones que se realicen sienten precedentes para les niñes que vendrán.
"Es una lucha diaria persona a persona. Hablo, empatizo, logro que el otre empatice conmigo y logro mis objetivos, esa es mi forma de militar. Así hice con la obra social Iapos, las escuelas, el hospital. Me pasó terminar abrazada y llorando con todas las personas con las que me cruzo", señala Lali muy emocionada. "La única garantía de los derechos es la eterna vigilancia", concluye.
La vía para construir un mundo donde todos los niños, niñas y niñes como Iván vivan felices, comienza por reconocerles, validarles, amarles y cuidarles de toda forma de violencia. En la escuela, en casa y en cada una de las políticas públicas. Quizás así ya no lloremos mas pérdidas irreparables y celebremos niñeces vivas, diversas y libres.
Escribe. Se especializa en la temática trans-travesti y las notas viscerales.