En un encuentro con Periódicas, la secretaria de Género de Festram, Andrea Luna, se refirió a la militancia gremial y a los desafíos para las mujeres en ese ámbito.
Andrea Luna comenzó su camino militante en la universidad. Durante su cursado de la carrera de Trabajo Social formó parte de distintas agrupaciones independientes y de izquierda. Ya como profesional en una actividad cercana a las necesidades sociales, comenzó a militar partidariamente. "Mi relación con el gremialismo viene por mi militancia política", señala quien ejerce actualmente el cargo de secretaria de Género de la Federación de Trabajadores Municipales (Festram). Después de seis años de trabajo en el municipio de Sauce Viejo y el acercamiento al gremio que nuclea a esa actividad, llega a su actual cargo con la sensibilidad social de su profesión, los conocimientos de la militancia política y un feminismo que hoy no duda en mostrar.
"La Festram es la federación que nuclea a los distintos sindicatos de base de empleados comunales y municipales. En la provincia de Santa Fe tiene 43 sindicatos adheridos", cuenta Andrea a Periódicas. Lo que hoy es la Secretaría de Género solía denominarse de Familia, Niñez y Medio Ambiente. La entrevistada destaca el camino marcado por su predecesora María José Barrios y por la labor de la Red de Mujeres Municipales. "Para mí es una guía muy importante", señala.
Quien al principio de su militancia dudaba en llamarse feminista, hoy tiene claro su posicionamiento: "La Federación, en el nuevo Consejo que asume en marzo, tiene paridad en su composición", relata. "Nosotras venimos luchando para que no sea una cuestión de marketing, de foto, sino que sea algo realmente transformador, que podamos aportar y deconstruir la mirada de los compañeros".
Luna admite que en donde se hace más palpable la desigualdad es en los cargos de jefatura. "Por lo general nosotras no ocupamos los lugares de toma de decisión ni aquellos en los que se maneja plata", comenta. Y aunque refiere a un "desafío enorme", puede ver algunos intersticios adonde se van percibiendo los resultados de la lucha. "Hay varios estereotipos que romper; de género, de juventud. Ciertas conducciones se ven interpeladas por mujeres, por jóvenes, por disidencias". Existen miedos a los cambios pero también nuevas formas de asumir la tarea a realizar. Se refiere, entonces, al trabajo conjunto que se está implementando. "Esa es otra impronta que traemos las mujeres, de poder ponerle a las actividades el laburo en equipo".
Entre las metas prioritarias al momento de asumir, Andrea Luna señala la transversalidad de la perspectiva de género y la capacitación para autoridades y personal en general de municipios y comunas. Dentro de esa temática, resalta la existencia de un convenio con la escuela sindical y la Universidad de La Plata para una diplomatura en género. "Este año duplicamos la cantidad de compañeras para esta diplomatura que une a sindicatos de todo el país. Es una experiencia sumamente potente".
En tanto trabajadora social, la secretaria sigue viendo un desequilibrio en la realidad concreta. Articulación y recursos aparecen aún como asignaturas pendientes. "Celebramos y acompañamos la creación de ministerios de Género y también la formación y la capacitación. Nos está faltando esa pata que tiene que ver con poder dar respuesta a la demanda concreta, específica, a los abordajes", subraya.
Luna señala que en aquellos sindicatos en los que aún no se ha conformado el área de género, las mujeres han constituido redes a través de las cuales abordar la problemática. Eso ocurre en distintos puntos de la provincia, con los cuales se busca profundizar lazos. "Hacemos actividades en Santa Fe pero la idea es movilizarnos y generar espacios de formación, capacitación. Lo mismo que se hace acá, hacerlo en otros lugares para poder llegar ahí donde no se visibiliza y hay vulneraciones grandes", cuenta.
Para la entrevistada la mirada de género ha hecho su irrupción y es imparable. Sin embargo los tiempos no siempre acompañan las urgencias. "Es muy difícil trabajar la idea de proceso y que todo lleva su tiempo. Tenemos que tener presentes las luchas históricas de las mujeres. A las mujeres nos han dejado afuera siempre y se sigue luchando". Destaca que hay cambios y que se han alcanzado logros productos de largas luchas. "Hoy no la tenemos más fácil pero tenemos más fuerza".
La secretaria de Género cree que la búsqueda de lugares de poder requiere de la acción colaborativa, el acompañamiento y una mirada menos crítica hacia el interior del movimiento: "Solemos ser muy crueles con nosotras mismas, militar en forma consciente, con hijos, trabajo y casa, es muchísimo. Debemos bajar nuestro nivel de exigencia. Tenemos que pensar en cómo ocupar los lugares. En la Federación es la primera vez que hay una Secretaría adjunta y que ese cargo lo ocupa una mujer. Hay que acompañar a las compañeras. Tenemos que trabajar articuladamente las mujeres porque se vienen tiempos difíciles y tenemos que pensar en cómo construir a pesar de las contradicciones que se presentan en la disputa de poderes, en la que hemos perdido lugares importantes".