“La destrucción de registros, recuerdos y cartas que documentan las realidades de la existencia lesbiana debe tomarse con mucha seriedad, como un medio de conservar la heterosexualidad obligatoria de las mujeres, puesto que lo que se ha impedido que conozcamos es la alegría, la sensualidad, la valentía y el sentido de comunidad, así como la culpa, la auto-traición y el dolor”.
Adrienne Rich, Existencia lesbiana y heterosexualidad obligatoria (1993)
El borramiento de nuestras existencias, la destrucción de nuestras huellas, el ocultamiento de nuestras producciones, la desvalorización de nuestras luchas. Desde Safo a nuestros tiempos, las existencias lésbicas fueron pasos difíciles de seguir, historias casi imposibles de aprehender.
Para muchas generaciones de lesbianas -casi todas, podemos decir, excepto las más nuevitas- buscar a nuestras compañeras de sentimientos, pasiones y afectos era una tarea casi de detectives. Así también era la búsqueda de nuestras pares en la cultura popular, en la historia, en la música, en el deporte, en la literatura. Búsquedas arqueológicas que nos permitieran trazar una cartografía de nuestras existencias.
Quienes crecimos con el comienzo de las redes sociales, los foros, los chats, pasamos horas rastreando esa serie yanqui de bajo presupuesto donde había dos pibas que se besaban en un capítulo; reproducimos en loop ese video del dúo ruso que se besaba apasionadamente bajo la lluvia; nos aventuramos -con nombre falso, claro- a salas de chat que no hacían más que darnos algún incipiente sentido de comunidad, aunque después Paula resultaba ser un Jorge pajero.
Casi todas fuimos en algún momento la única lesbiana que conocíamos, si es que podíamos reconocernos de esa forma, darnos esa entidad. Así de solitaria fueron durante siglos, décadas, nuestras existencias, o al menos así lo fueron en esos momentos claves y angustiantes de conocernos y reconocernos. Después, claro, vimos que no éramos las únicas.
Hoy casi todo lo que queremos investigar, conocer, buscar, está a un click de distancia. Hoy las infancias y adolescencias lésbicas tienen una buena cantidad de espejos en los cuales mirarse y verse reflejadas, donde no sentirse tan solas. Eso, este momento de mayor visibilidad y apertura, no salió de un repollo.
Con Existencias lésbicas, desde Periódicas, queremos desandar esa historia de destrucción y ocultamiento para traer a la superficie las producciones filosóficas, teóricas, artísticas y culturales que hacen a un pensamiento lesbiano al cual queremos contribuir. Pero entendemos que es imposible hacer nuevos aportes si antes no reconocemos a las que nos precedieron, si antes, como dice Adrienne Rich, no conocemos la alegría, la sensualidad, la valentía, el dolor, la culpa y el sentido de comunidad de nuestras viejas tortas.
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Autoras: Ileana Manucci y Gisela Curioni Edición audiovisual: Juliana Barrientos Edición de sonido: Belén Degrossi
