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Parto respetado: un largo camino a recorrer

En la Semana del Parto Respetado, integrantes de doulas feministas de Santa Fe analizaron para Periódicas el lema de este año. Logros y deudas en un tema con muchas aristas a contemplar.

Julia Porta

Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

 

Del 14 al 20 de mayo se conmemoró la semana del parto respetado. La fecha instituida a nivel mundial en 2004 con el apoyo de UNICEF y la OMS, encontró correlato en nuestro país ese mismo año con la sanción de la Ley 25.929 de Parto Humanizado. Este 2023, el lema fue 'cuidar el nacimiento es también cuidar de la familia'. Periódicas consultó sobre la temática a doulas feministas de Santa Fe y los puntos en juego se dispararon automáticamente como muestra de lo que aún queda por hacer. "Los lemas tienen cuestionamientos todos los años –explicaron– . Siempre hay algo en relación al lema que no cierra, pero es parte de lo que constantemente se va construyendo respecto a las condiciones en que se producen los nacimientos y a la erradicación de la violencia obstétrica".

La díada principal

El lema que equipara el cuidado del nacimiento con el cuidado de la familia tiene puntos que las doulas desearon destacar pero también, en opinión de personas vinculadas al tema, encierra un ocultamiento importante. "Muchas coincidimos en que el lema no visibiliza a los protagonistas del nacimiento que son la mamá o persona gestante y el/la bebé", señaló María Belén Baragiola, abogada y doula. En la misma línea, Andrea Kreig, psicóloga perinatal y doula, argumentó "se corre de foco que lo que hay que preservar es esa díada de la persona gestante/parturienta y la persona naciente".

Autora: Priscila Pereyra

"En lo personal, hay algo que noto muy fuertemente y es que se olvidan de los derechos de la persona que acaba de nacer: por ejemplo, el derecho a la preservación de su intimidad. En estas semanas vi hasta el hartazgo fotos de bebes desnudos apenas nacieron, donde se compartían nombres y datos de ese momento tan fundante como es el nacimiento", comentó Kreig. Baragiola coincidió: "Es importante entender que uno de los protagonistas es la persona nacida y que su identidad e intimidad deben respetarse en el más amplio sentido".

Hasta qué punto la ley 25.929 es entendida –o no– como tal en toda su potestad normativa es un cuestionamiento que surge cada año en la Semana del Parto Respetado, especialmente tras la pandemia de coronavirus, durante la cual quedaron más explícitos que nunca los intersticios por los cuales es posible vulnerar las disposiciones legales. ¿Fue completamente superada esa etapa? "El respeto de un nacimiento debería ser la regla, no la excepción", señaló Baragiola y acotó: "Tampoco debería 'pagarse' para que el parto sea respetado. Hay espacios y profesionales respetuosos de todo esto, pero aún hay otros que no, y algunos siguen, incluso, aplicando protocolos establecidos en pandemia", advirtió.

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Andrea Kreig se explayó sobre esa lógica según la cual parece obligarse a las personas gestantes a contar con herramientas para prevenir la violencia obstétrica, desdibujándose así la responsabilidad de quienes están implicados en el cumplimiento de la ley. "Pareciera que somos nosotras quienes debemos pelear por la garantía de esos derechos, cuando legalmente es obligación del sistema de salud respetarlos y generar las condiciones para que se cumplan", reclamó.

Nuevas familias y nuevos desafíos

La aparición de la figura de la familia en el lema de este año tiene, como afirmaron las entrevistadas a Periódicas, la finalidad de incluir a este grupo en el parto y nacimiento. "Visibiliza los derechos que tienen las familias a participar de este momento que es fundante de la nueva constelación familiar", explicó Kreig. Esto comprende, entre otros puntos, la idea de la internación conjunta y la inclusión activa de abuelas, abuelos, hermanas y hermanos en la nueva etapa marcada por el nacimiento, como así también el acompañamiento de bebes que deben permanecer internados. "Trae a relucir la importancia de entender el momento del parto como un momento bisagra en la nueva constitución familiar, momento que debe estar libre de violencias. Como dice Michel Odent, civilizaciones pacíficas son aquellas que tienen partos más respetuosos y no violentos".

Kreig destacó el aspecto positivo del lema por la inclusión del concepto de familias en plural, aunque igualmente advierte que en materia de conocimiento y respeto del carácter diverso de las familias que actualmente concurren al sistema de salud aún queda mucho por transitar. "Estas nuevas xaternidades que hoy están emergiendo, necesitan también una contemplación distinta en el trato y muchas veces no alcanzan los protocolos. Es importantísimo que la ley se pueda revisar", explicó. Incluso, señaló elementos patriarcales en  el texto de la ley que merecerían revisión. "Poder empezar a hablar y pensar en las nuevas construcciones de la institución familiar es fundamental".

Autora: Gisela Curioni

La psicóloga y doula señaló, también en relación a la ley y el lema 2023, la importancia de contemplar el tema de las familias en las que se producen nacimientos sin vida. "Estas familias necesitan, requieren una atención y acompañamiento muy particular. Esto nos lleva nuevamente a reclamar la ampliación de la ley para poder abarcar la singularidad de los procesos de las familias en duelo".

Contra la violencia obstétrica

Las doulas comentaron a Periódicas que el miércoles 17 se realizó en Buenos Aires, por primera vez, la marcha denominada 'de la marea roja'. La finalidad fue reclamar por el respeto de los derechos del parto y el nacimiento y rechazar la violencia obstétrica en todas sus formas. En el marco de esta temática, las profesionales se refirieron al cobro que en varias instituciones se pretende para poner en marcha acciones comprendidas en la idea de parto respetado. "Si hay que pagar aparte para que se cumpla la ley, entonces el parto respetado deja de ser un derecho y se vuelve algo a lo que solo un sector privilegiado puede acceder", subrayó Kreig.

Marcha de la marea roja (Buenos Aires, 17/5/23) Fotógrafas: Camila Lavandeira, Evangelina Spoto

A modo de conclusión, Baragiola afirmó: "Tenemos la ley, tenemos los derechos, pero aún falta que se cumplan en muchos lugares, y que se controle su cumplimiento para poder erradicar la violencia obstétrica y no tener que seguir poniendo en la persona gestante la obligación de informarse y pelear por el respeto de sus derechos".

Las entrevistadas, en consonancia con el grupo del que forman parte, aunque marcaron observaciones sobre el lema, se preocuparon por destacar también aquellos aspectos que merecen valoración. En definitiva, cada conmemoración es una nueva oportunidad de afrontar desafíos para seguir trabajando con el objetivo de que los nacimientos humanizados y libres de violencia sean una realidad generalizada.