Los gritos de la niña frenaron las agresiones del hombre, que fue detenido, imputado y quedó en prisión preventiva. La Fiscalía confirmó que los hechos “ocurrieron en un contexto de violencia de género en el que el acusado sometió a su pareja a distintos tipos de violencia física, psicológica y sexual, de forma constante y a lo largo de varios años".
Un hombre que reside en el norte de la ciudad de Santa Fe quedó en prisión preventiva luego de que lo imputaran por la tentativa de femicidio de una mujer que es su pareja y madre de sus tres hijos.
Se trata de D.A.M., de 34 años, quien quedó tras las rejas por decisión del juez penal Leandro Lazzarini. La cautelar fue solicitada por la fiscal Clelia Trossero, quien estaba de turno el martes 26 de julio, cuando la víctima fue agredida.
Una botella rota
Según surgió del relato de la víctima, que luego fue corroborado por el testimonio de sus vecinos, todo comenzó alrededor de las 19 de ese martes, cuando ella se acercó al almacén ubicado a la vuelta de su casa.
Momentos más tarde su pareja arribó al lugar y, al percatarse de la presencia de otro hombre -que también estaba comprando-, comenzó a increpar a la madre de sus hijos, acusándola de engañarlo.
La mujer, que tenía en brazos a su beba de menos de 2 años, intentó que dejara de molestarla, pagó rápido y volvió a su hogar. Allí la esperaban sus otros hijos, un nene de 5 y una nena de 9. Dejó a la más pequeña al cuidado de ellos y se puso a sacar las compras de la bolsa.
Fue entonces cuando arribó D.A.M., visiblemente molesto, y nuevamente comenzó a acusarla. La discusión escaló rápido, ya que él tomó una botella de vidrio vacía que había en el lugar y la rompió.
La mujer salió corriendo pero no alcanzó a pedir socorro, ya que él la tomó por el brazo y comenzó a arrastrarla. La sacó del domicilio y luego la llevó hasta la esquina de Espinoza al 7100, dónde, según se describe en la imputación, intentó cortarle el cuello con el filo de la botella rota.
La víctima se cubrió con sus manos, dónde recibió cortes, logrando así salvar su cuello, y su vida. Durante toda la agresión, la acusaba de engañarlo.
Fue la súplica de su hija mayor, que al darse cuenta de lo que el hombre intentaba hacer, gritó "¡no, papi, por favor!", lo que provocó que D.A.M. se detuviera.
Amenazas, denuncia y prisión preventiva
Como pudo, la víctima buscó su teléfono y llamó a la Central de Emergencias 911. Al darse cuenta de esto, él la amenazó: "Si me denunciás no te salva nadie". Pero esto no la detuvo. Ella se encerró en una habitación a la espera de que llegara el patrullero mientras él continuaba gritando: “Hoy te van a salvar, la próxima no”.
Cuando la policía arribo al lugar, el hombre intento evitar la detención, por lo que los uniformados se vieron obligados a reducirlo.
La fiscal Trossero le imputó, además de la tentativa de femicidio, la autoría de amenazas simples, amenazas coactivas y resistencia a la autoridad. Señaló que los hechos “ocurrieron en un contexto de violencia de género en el que D.A.M., de forma constante y a lo largo de varios años, ha sometido a su pareja a distintos tipos de violencia física, psicológica y sexual”.
El viernes 29 de julio se realizó la audiencia de medidas cautelares, en las que el imputado contó con la asistencia técnica de la defensora pública Magalí Mazza. Si bien la letrada ofreció una serie de medidas alternativas a la prisión preventiva, el juez Lazzarini consideró que eran insuficientes para menguar los riesgos de fuga y, principalmente, de entorpecimiento probatorio. Por esto ordenó la cautelar de máxima.