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Tiene nombre - Episodio 4: “Esto no es un femicidio más”

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En este nuevo capítulo de Tiene nombre analizamos el transfemicidio de Alejandra Ironici, un hecho que marcó un antes y un después al convertirse en el primero en ser reconocido judicialmente como crimen de odio por identidad de género en Argentina y en ser nombrado así por la Justicia: transfemicidio.

Victoria Alejandra Selenia Ironici Castillo fue asesinada por su pareja en agosto de 2022 en un crimen que la justicia reconoció como transfemicidio. El 22 de marzo de 2024, los jueces Pablo Busaniche, Susana Luna y Sebastián Szeifert condenaron a Héctor Barrera a prisión perpetua por transfemicidio agravado y abuso sexual con acceso carnal. No sólo aplicaron por primera vez en el país esta figura legal, sino que sentaron un precedente al tipificar explícitamente como crimen de odio por su identidad de género y por lo que Alejandra representaba.

Este no fue un femicidio más. Fue un transfemicidio y un travesticidio social, un ataque contra la existencia de Alejandra y contra la dignidad colectiva de las personas trans. Pero en medio del dolor, su caso logró transformar la justicia: el juicio y la condena convirtieron, una vez más, su nombre en lucha. Hasta muerta, la Ale hizo historia y sentó un precedente. Eso es lo que analizamos en este nuevo capítulo de Tiene nombre: "Esto no es un femicidio más".

Para comprender la magnitud de este caso, reconstruimos la causa. Conversamos con todes les actores involucrades: desde quienes recibieron la noticia del asesinato, pasando por quienes investigaron lo ocurrido, hasta quienes dictaron la condena a perpetua.

La investigación de la fiscalía

En primer lugar, nos reunimos con la fiscala Alejandra del Río Ayala, que forma parte de la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (GEFAS) de la Fiscalía Regional 1 y quien desde el inicio de la investigación sostuvo que se trató de un transfemicidio.

“Lo recuerdo como si fuera ayer porque era el 22 de agosto del 2022, me llamaron como a las cuatro de la mañana o quizás un poquito antes, había sido una madrugada donde tuve varios casos muy graves", recuerda la fiscala. "Primero me llamaron diciéndome que había una persona que había muerto por un incendio, podría ser algo accidental, me dieron información muy vaga al principio, estaba recién empezando a trabajar el personal policial que estaba en el lugar. Corté la llamada, convoqué a la Brigada de Femicidios, que era el procedimiento habitual, y les dije que no toquen nada, que esperaran a los peritos, las directivas que se dan habitualmente”.

“A partir de ahí a cada rato me llamaban reportándome con alguna información sobre el caso y cuando empezaron a trabajar vieron que era un crimen muy grave, que no tenía nada que ver con un incendio. Hasta ese momento no me habían dicho quién era. Una trata de poner sus cinco sentidos en recopilar toda la información de la escena del hecho para poder resolverlo, porque no teníamos ninguna pauta y esos primeros momentos son cruciales”, explicó.

La funcionaria recordó también que en esos momentos comenzó a recibir muchos llamados: “Desde la ministra de Género y de todas las instituciones que se les ocurran preguntándome si era cierto, yo decía ´sí, es cierto que hubo un femicidio´, y cuando pregunté quién era la víctima y me dijeron, ahí caí. Fue un momento tremendo”.

Alejandra ironici
Autora: Priscila Pereyra

El trabajo de la Brigada de Femicidios

En este episodio también charlamos con Laura Oviedo, integrante de la Brigada de Femicidios del Ministerio de Seguridad de la provincia, quien recordó que fue uno de sus primeros hechos como responsable de una investigación.

“Nosotros trabajamos ese caso desde el inicio y fue bastante impactante. En ese momento, se hablaba de un incendio porque habían prendido fuego a su habitación. Más allá de los detalles del crimen, el hecho tuvo una gran repercusión social. Personalmente, yo no sabía quién era Ale; me enteré horas después", cuenta Oviedo.

"Trabajamos con mucha responsabilidad y respeto hacia la víctima y su familia. Estuvimos toda la madrugada, todo el día, toda la noche y otro día más. A medida que surgía información, logramos avanzar de manera conjunta y finalmente dimos con el imputado”, recordó.

“Uno empatiza mucho porque es una mujer, es otra mujer. Ves el dolor de la familia, y para mí era importante poder darles una respuesta. Más allá de lo trágico, de lo terrible del hecho, quería que supieran qué había pasado, quién lo hizo”, sostuvo.

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Autora: Priscila Pereyra

Justicia y pedido de reparación histórica para la comunidad trans

La jueza Susana Luna fue integrante del tribunal que dictó la sentencia de cadena perpetua al asesino de Alejandra y, en diálogo con Periódicas, recordó cómo cada una de las personas que intervinieron en este capítulo, la figura de Alejandra: “Fue muy importante para su colectivo, una referente. Yo soy jueza, pero ante todo un ser humano. Aún hoy me acuerdo de las cosas que escuchamos, muchísimos testimonios. No la conocí, pero me hubiera gustado porque era admirable lo que hizo esa mujer. Hizo tanto y ella recibió tan poco; recibió la peor muerte y creo que esta sentencia tenía que ser así para poder dignificarla. Este caso nos interpeló y nos enseñó porque también para mí, en lo personal, fue el primer caso de un transfemicidio”.

“No recuerdo si en Santa Fe hubo otro caso de transfemicidio antes o si fue el primero, pero fue el más emblemático y, a partir de ahí, también me interesé y empecé a leer mucho sobre el tema. Y la verdad es que es uno de los colectivos más excluidos, faltan políticas públicas y nadie quiere mirar para ahí”, aseguró.

Finalmente, la magistrada destacó que el juez Pablo Busaniche incluyera en la sentencia medidas de reparación histórica para la comunidad trans, como el reconocimiento del daño causado a ese colectivo por el transfemicidio en un contexto de travesticidio social, así como la recomendación al Poder Legislativo de declarar la Emergencia Social en Violencia contra personas travestis y trans, entre otras exigencias.

“Me pareció excelente porque nosotros podemos sugerir pero no legislamos. A veces, legislamos con la jurisprudencia y también es una forma de sentar un precedente. Acá lo que se hizo es una una recomendación importante con lo de las políticas públicas, de tomar medidas porque cuando la querella habla del transfemicidio social se refiere a tomar cartas en el asunto: a tener un cupo laboral, a visibilizar la situación, a no ocultar, a que esto no sea una vergüenza social. Ella luchaba por eso, tenía un activismo profundo y un compromiso absoluto con eso. Entonces, se recomienda al Poder Legislativo que se visibilice, no sé si alguien habrá tomado esa posta”, concluyó.

La querella y el valor de un fallo a la altura de Ale

También para este episodio entrevistamos a la abogada querellante Sofía Basso, representante de la Asociación de Abogadas Translesbofeministas y Asociación Civil para las Políticas Públicas LGBT, quien relató: “Nos decidimos a construir unas herramientas distintas a lo largo del proceso con el objetivo de alcanzar unas soluciones que no conocíamos, pero que estábamos convencidas de que podíamos lograr y que logramos. Además de la condena, lo que tiene este caso es que logra ordenar ciertas medidas de reparación a la comunidad. Entonces, el agregado de valor que tiene el fallo de Alejandra es justamente ese, que hay una condena penal como prevé el sistema pero, a la par de eso, un reconocimiento de la desigualdad estructural de las personas del colectivo LGBT y especialmente las personas travestis y trans en relación a los varones cis y en relación al resto de la sociedad”.

“Se hace ese reconocimiento de esa desigualdad estructural y se decide devolver con responsabilidad, a los distintos organismos del Estado, las cargas y direcciones de políticas públicas. Lo más hermoso que tiene en la sentencia del caso de Ale es eso, es que toma un poco la impronta de quién fue ella como una gran militante, siempre pujando por mejores políticas públicas de más calidad y en su fallo logramos esto”, remarcó.

El episodio

"Tiene nombre - Episodio 4: Esto no es un femicidio más" cuenta también con la participación de Victoria Stéfano, integrante de Periódicas y testigo de concepto en el juicio por el transfemicidio de Alejandra Ironici.

Esta serie de podcasts es realizada con la dirección de Thamina Habichayn y Belén Degrossi, la producción de Gabriela Filereto y la realización de visuales a cargo de Titi Nicola. Podés escucharlo acá mismo, o en nuestra cuenta de Spotify.