Narela fue la primera jugadora trans de la Liga Santafesina y dejó una huella imborrable, tanto por su desempeño dentro de las canchas como por su personalidad fuera. La futbolista falleció en 2024 a los 30 años. Viviana Servidio, secretaria general del fútbol femenino de la Liga, nos cuenta sobre este homenaje en un contexto tan particular para las identidades trans.

En marzo de 2021 una noticia monopolizó la atención del fútbol femenino local: el club San Cristóbal tenía en su plantel a la primera jugadora trans de la Liga Santafesina. Desde ahí, el nombre de Narela Alejandra Gómez no pasó desapercibido.
Con ese equipo hizo una gran campaña y logró un recordado campeonato y el ascenso a la primera división del fútbol local. En este 2025, y a cuatro años de su recordado debut, el torneo de primera división llevará su nombre.
Narela, que también tuvo el título de ser la primera agente trans en la Policía de la provincia de Santa Fe, falleció el 23 de octubre de 2024 luego de batallar varias semanas con un problema de salud pulmonar.
Un merecido homenaje
En estos últimos años la Liga Santafesina viene homenajeando a personas ligadas al fútbol femenino en el nombre de sus certámenes. Pero que en este contexto mundial de gobiernos de ultraderecha con discursos de odio hacia la comunidad LGBTIQ+ (en especial, hacia las personas trans), se decida ponerle el nombre de, justamente, una futbolista trans a un torneo, no es un dato menor. Es toda una declaración de principios.
Detrás de la decisión del Torneo Apertura “Narela Gómez” estuvo Viviana Servidio, quien es secretaria general del fútbol femenino de la Liga pero también fue muy cercana a Nare, como ella le dice.
“Yo soy más de las que piensan que los homenajes hay que hacerlos en vida, pero lamentablemente Nare estuvo muy poco tiempo con nosotros en la Liga”, comienza contando Viviana en el diálogo con Periódicas. “Se lo ganó porque el poco tiempo que estuvo lo hizo de una manera muy correcta y además demostró que siempre se puede. Ella no se quedaba con lo que quizás le decían que estaba determinado para su vida y justamente su manera de ser hizo que llegara adonde llegó, con su carrera de policía, con ser parte de la Liga Santafesina de Fútbol, con integrar un equipo que ascendió a la A. Ella dejó una marca y la verdad que se la extraña muchísimo”.
-¿Qué significó Narela para la Liga y para el fútbol femenino local?
-Representó muchísimo porque logró derribar un montón de barreras que tenían muchas personas y que tienen, de hecho, muchas chicas y mujeres, muchas personas trans, que no se animan ni siquiera a decidir andar por la calle como realmente se sienten. Ella demostró que se puede elegir y siempre se manejó con mucho respeto por la vida, con la familia, con el fútbol, con su trabajo. Yo estuve con ella en el club San Cristóbal y peleamos mucho para poder llegar al ascenso, y ella siempre fue muy colaboradora con sus compañeras, muy empática y humilde en un montón de aspectos. Todas sus amigas y compañeras, tanto las de la Liga como las de los torneos barriales, la recuerdan de la mejor manera, nunca pasó desapercibida la Nare.
-Vos que tuviste una relación cercana con ella ¿qué crees que sentiría con este homenaje?
-Tuvimos muchas charlas en sus últimos días, hablábamos justamente de todo lo que había logrado y ella decía “creo que tendría que escribir un libro con mi vida”. Cuando recordaba todo lo que había pasado se ponía muy feliz, así que creo que ella estaría muy contenta porque sabía que se lo merecía.

El mundo que no queremos
Las personas trans se enfrentan desde siempre a la discriminación, la marginación y la vulneración de sus existencias. Desde 2012 en nuestro país tenemos una ley de identidad de género que garantiza un piso de derechos para esta población. Pero hoy, con el gobierno de Javier Milei y sus alineaciones con la ultraderecha internacional, esos derechos están más en riesgo que nunca.
“Se promueve la agenda LGBT+ queriendo imponernos que las mujeres son hombres y que los hombres son mujeres solo si así se autoperciben. Nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo”, dijo el presidente en el Foro de Davos.
Pocos días antes, durante su discurso de investidura, el presidente de Estados Unidos Donald Trump indicó que “a partir de hoy, la política oficial del gobierno de Estados Unidos será que solo hay dos géneros, masculino y femenino”. Trump también firmó un decreto prohibiendo a mujeres trans competir en deportes femeninos y anunció que EE.UU. denegará los visados a mujeres trans deportistas.
Resistencia
Con esta avanzada antiderechos mundial cobra mayor relevancia que una liga de fútbol, de un deporte siempre tan ligado a las masculinidades y donde todavía el patriarcado pisa fuerte, decida ponerle a un torneo el nombre de una futbolista trans.
Consultada sobre la existencia o no de protocolos en la Liga Santafesina para atender casos como el de Narela, Viviana Servidio comenta: “En la Liga Santafesina no tenemos protocolos, de hecho, cuando Narela se fue a fichar, lo único que tuvo que presentar fue su DNI, porque no nos olvidemos que tenemos una ley de identidad género donde eso está implementado”.
Respecto de este contexto mundial de ataque a las identidades trans, Servidio agrega: “Si bien estamos en un momento donde se está dando esa batalla cultural, se están formando pilares de odio en distintos ámbitos y vemos algunos retrocesos en cuanto a los derechos, no tenemos que olvidarnos que la ley de identidad de género está vigente pero también que la decisión de cada persona se debe respetar como derecho humano universal, simple”.
El 22 de marzo, cuando la pelota vuelva a rodar en la Liga, el nombre de Narela volverá a escucharse en las canchas de Santa Fe para que su ejemplo de lucha, perseverancia e inclusión resuene más fuerte que nunca en estos tiempos de odio y oscurantismo libertario.

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