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“Deberíamos decir algo de la Locomotora"

Autora: Gise Curioni
La muerte de Alejandra Oliveras nos representó como periodistas feministas tristeza, reivindicaciones, recuerdos; pero también debates y reflexiones en torno a su figura.
Magdalena Artigues Garnier
Autora: Gise Curioni
La Locomotora en el acto por el día de Ni Una Menos en Santa Fe | Autora: Gise Curioni

Tenemos un grupo de whatsapp con las Periódicas, donde tiramos temas, vamos dando enfoques, resolvemos dudas. 

La noticia de la muerte de Alejandra “Locomotora” Oliveras nos entristeció a muchas, nos puso a recordar momentos que compartimos con ella, nos sorprendió, y a algunas nos dieron ganas de “decir algo” desde nuestro medio. 

—Pero la Locomotora no era feminista...

—Estuvo en la plaza un día de Ni Una Menos y dio un discurso hermoso...

—Sí, pero después de eso se declaró en contra del aborto y empezó a militar en partidos antiderechos...

—Y estaba en contra de que las mujeres trans boxeen contra mujeres cis...

—Pero también se manifestó en contra de los travesticidios...

—Le daba clases gratis a los pibes pobres con la condición de que vayan a la escuela...

—Pero apoyó la última campaña de Bullrich...

—La mina aprendió a boxear porque el marido la cagaba a palos, fue re valiosa como referente para las sobrevivientes.

—Que se haya hecho boxeadora para escapar de la violencia machista tiene un peso enorme, y que eso la llevara a ganar títulos mundiales la hace admirable.

—Aunque también encarnaba perfecto el tema de la meritocracia liberal, con el “vos podés” romatizaba mucho la idea de superación.

—También desafió los estereotipos de una corporalidad “femenina”. Lucía re orgullosa sus músculos y su potencia. Y hasta lingüísticamente, hablaba libremente de encontrar placer en “tirarse un pedo”. 

—Recuerdo que ese día en la plaza mencionaba que nosotras éramos fuertes, que podíamos defendernos de los ataques. Eso me hacía ruido porque yo lo que quiero es que creemos las condiciones para no tener que defendernos. Pero no saben cómo la ovacionaban las mujeres. Para quienes pasaron por eso debe haber sido sumamente inspiradora y eso no es menor.

La Locomotora en el acto por el día de Ni Una Menos en Santa Fe | Autora: Gise Curioni

Su discurso en la plaza

Alejandra “Locomotora” Oliveras participó del acto en conmemoración de “Ni Una Menos” en junio de 2019. En esa ocasión se subió al escenario a compartir unas palabras: 

“Buenas tardes a todos, a todas, en esta marcha que desde hace ya cinco años estamos todas las mujeres y los hombres no machistas gritando para que no nos maten, para que no nos violen, por femicidios y travesticidios también, por supuesto que sí. Libres nos queremos, vivas nos queremos y fuertes nos queremos.

Si vos te fortalecés, si vos te querés, si vos te cuidás, no vas a permitir que te lastimen, que te falten el respeto, que te pisen los derechos. Tenemos que fortalecernos y unirnos, mujeres

Yo también sufrí la violencia y en el boxeo, en el deporte que yo elegí, donde tengo seis títulos mundiales que no los tiene nadie, en el mundo, nadie. Seis. A nosotras también nos utilizan como objetos sexuales, nos dan apenas el resto del dinero que quieren o nos tiran pocos pesos. El hombre por ser hombre gana millones de dólares con un solo cinturón y a nosotras, las campeonas del mundo, nos pagan monedas, migajas, lo que ellos quieren y nos prostituyen también. Entonces, tenemos que decir: No, no, basta.

Somos seres humanos, somos personas. Respeten nuestros derechos y si no se lo vamos a hacer respetar a la fuerza porque tenemos fuerza también. ¡Claro que sí!”

La Locomotora en el acto por el día de Ni Una Menos en Santa Fe | Autora: Gise Curioni

Su vida

Alejandra nació en El Carmen, Jujuy, siendo la cuarta de siete hermanos. Su infancia la pasó en Alejandro Roca, Córdoba, lo que le dejó el característico acento cordobés. Fue trabajadora infantil, ayudaba a su padre en el campo. En la escuela le hacían bullying seguido por su situación económica. A pesar de ser una excelente alumna le negaron ser abanderada por su vestimenta, lo que la motivó a querer cambiar su vida. Contaba que soñaba con cambiar su vida, tener zapatillas, una casa sin goteras y un auto. 

Fue madre a los 15 años y sufrió violencia por parte de su pareja, quien la golpeaba embarazada, y también a su hijo. Eso la llevó a la necesidad de defenderse.

Comenzó a fortalecer su cuerpo entrenando por su cuenta. “Habré estado entrenando tres meses. Me vino a pegar y le pegué yo primero. Sentí que me liberaba y no era menos que él. Y que no quería nunca más estar con él”, contaba en entrevistas. Ese día se separó, agarró una bolsita con su ropa, a su hijo y volvió a la casa de sus padres. 

A los 18 años intentó estudiar. Iba a dedo hasta Río Cuarto, a 80 km de donde vivía. Pero en dos ocasiones quisieron abusar de ella, lo que terminó alejándola de ese sueño. 

Se acercó al boxeo por su admiración a Mike Tyson. Comenzó a entrenar en un gimnasio de Río Cuarto. Ganó seis cinturones mundiales en tres categorías distintas, con un récord profesional de 33 victorias (16 por nocaut), tres derrotas y dos empates. 

Cuando su relevancia mediática creció, la usó para denunciar la desigualdad de pago y las condiciones de las mujeres en el boxeo. “El hombre con un solo cinturón ya es millonario. Una campeona del mundo gana unos 2000 dólares por un título del mundo”.

Organizó la primera pelea de la historia de boxeadoras con reglas del combate masculino, para demostrar que el deporte podía ser igual en ambas categorías. 

Llegó a Santa Fe para entrenarse con Amilcar Brusa, el fabricante de campeones mundiales. Fue santotomesina por elección y allí abrió su gimnasio. Realizó muchas y variadas acciones solidarias. 

Con su retiro profesional vino la incursión en la política. En 2021, se postuló como candidata a Diputada Nacional por el partido Unite por la Libertad y la Dignidad (Unite Santa Fe), encabezando la nómina del frente Somos Vida. No obtuvo la banca. 

En abril de 2023 se sumó al equipo electoral de Patricia Bullrich, entonces precandidata presidencial por Juntos por el Cambio. Explicó su decisión por “la inseguridad, pobreza y adicciones” que observaba en sus recorridos. 

En 2024 se incorporó a la Dirección Nacional de Seguridad en Eventos Deportivos dentro del Ministerio de Seguridad de la Nación, liderando el programa "Cuidar el Juego" para prevenir la violencia en ligas infantiles y juveniles.

Este año encabezó la lista del Frente de la Esperanza para las elecciones de convencionales constituyentes en Santa Fe y accedió a una banca. El día de la jura y toma de posesión del cargo sufrió un accidente cerebro vascular que días después la llevó a la muerte. 

Nuestra Locomotora

Nuestros diálogos siguieron. Nos llevaron a reflexionar sobre ese ideal de que las personas que admiramos llenen todos los casilleros positivos, y qué pasa cuando esto no sucede. Qué hacemos con estas figuras incómodas. ¿La Locomotora era feminista y no lo sabía? ¿Yo soy mala feminista por querer pasar por alto las cosas que me incomodaban de ella? 

Llegamos a la conclusión de que sí, que Periódicas tenía que decir algo sobre la muerte, y sobre todo sobre la vida de la “Locomotora”. 

Porque resignificó su pasado violento, porque se mostró con orgullo como una mujer fuerte en todos los sentidos, porque desafió las desigualdades, porque visibilizó el machismo, porque eligió ser santotomesina, porque fue generosa, porque su muerte nos conmueve y nos moviliza. Porque nuestra lucha no puede quedar atrapada en la perfección y en la vara del feministrómetro, sino encarnar el compromiso real y sostenido de avanzar hacia sociedades más justas y equitativas.

Porque tenemos mucho más que reivindicar de ella que los libertarios, los fascistas o los antiderechos. Porque venimos a disputar el poder, como ella. Y hoy queremos presentar pelea para que Alejandra, la “Locomotora” Oliveras sea una de las nuestras.