En Santa Fe podemos estar acostumbrades a que la Maratón Santa Fe-Coronda pase, literalmente, por la esquina de casa, pero lo cierto es que se trata de la competencia de aguas abiertas más importante del mundo. Y este año dos nadadoras santafesinas la rompieron. En esta nota repasamos el largo camino que antes recorrieron las pioneras de esta competencia y charlamos con Romina Imwinkelrield sobre su carrera, los desafíos de este deporte y cómo alentar a las niñas a tirarse a nadar en el río.

La 47° edición de la Maratón Acuática Santa Fe-Coronda, una de las competencias de aguas abiertas más emblemáticas del mundo, volvió a ser escenario del esfuerzo y la excelencia de las nadadoras argentinas. Sí, ellas también estuvieron y la rompieron. En esta ocasión, las santafesinas Romina Imwinkelrield y Érika Yenssen (ambas de San Jerónimo Norte) se destacaron con una actuación formidable en la categoría femenina, reafirmando la presencia y el talento de las mujeres en este desafiante recorrido de 57 kilómetros.
Romina Imwinkelrield logró el segundo puesto en la rama femenina y séptimo en la clasificación general, con un tiempo de 9:28:25. Por su parte, Érika Yenssen finalizó en la décima posición de la general y cuarta en la categoría femenina, con un tiempo de 9:47:35.
La gran ganadora de la categoría damas fue la barilochense Mayte Puca, quien, con una marca de 9:15:18, no solo se consagró como la mejor entre las mujeres, sino que también se ubicó en el sexto puesto de la general. Con este triunfo, la campeona mundial de aguas abiertas sigue inscribiendo su nombre en la historia.
Mujeres que marcaron el camino
Desde su primera edición en 1961, la Santa Fe-Coronda ha sido testigo de gestas inolvidables. Sin embargo, la presencia femenina en la competencia no fue inmediata: recién en 1962, la danesa Greta Andersen rompió esa barrera y logró un histórico segundo puesto en la general. No obstante, entre 1963 y 1974, las mujeres no tuvieron participación en la prueba.
El gran hito para Argentina llegó en 1976, cuando Mabel Garrido se convirtió en la primera nadadora nacional en ganar la categoría femenina, ubicándose en el puesto 11° de la general. Al año siguiente, repitió la hazaña. Luego, en 1990, la entrerriana Silvia Dalotto sumó su nombre a la lista de campeonas, logrando el puesto 12° en la general.
En 2011, la cordobesa Cecilia Biagioli consiguió el séptimo puesto en la general, y en 2018, logró un hecho sin precedentes: convertirse en la primera mujer en ganar la clasificación general, un hito histórico para el deporte femenino argentino.
Poder

Romina nada desde los siete años, al preguntarle sobre lo que significa competir de igual a igual contra los hombres expresa: “Para mí es una demostración de valentía, lucha y sobretodo empoderamiento, demostramos que con entrenamiento, disciplina y constancia se pueden lograr los objetivos”.
Sobre el futuro de las aguas abiertas para las mujeres en Argentina explico a Periódicas que “de a poco va apareciendo una renovación en mujeres, algo muy positivo. Se empiezan a destacar en ultramaratones y eso habla de la tradición que tiene el país en este tipo de competencias. Pero creo que aún falta que las niñas se acerquen a nadar aguas abiertas, sobre todo en la distancia olímpica”.
Destacadas y santafesinas

Las actuaciones de Romina Imwinkelrield y Érika Yenssen en esta edición de la Santa Fe-Coronda se suman a una larga tradición de mujeres que han desafiado los límites en las aguas abiertas. En 2022, la propia Yenssen se ubicó octava en la general y primera en mujeres.
Con siete victorias argentinas en la historia de la competencia, las deportistas nacionales siguen demostrando su calidad en uno de los eventos más exigentes del mundo. Romina y Érika dejan una vez más a Santa Fe en lo más alto, inspirando también a futuras generaciones de mujeres en el deporte.
“A las jóvenes que sueñan con nadar la Santa Fe- Coronda les diría que yo también estuve en su lugar, desde chica soñaba con poder hacerlo. Hoy con siete ediciones disputadas, les digo que con esfuerzo, entrenamiento, disciplina y valentía pueden cumplir todo aquello que sueñan y más, pero siempre trabajando duro para eso”, alienta Romina.
Colaboración de Julieta Boschiazzo