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Denunciaron por abuso sexual a un policía de Coronda

femicidio en carcarañá
Se trata de C.A.M.F., un comisario supervisor de Coronda, quien fue denunciado por su primo por delitos contra la integridad sexual cometidos entre 1996 y 1999, cuando el sobreviviente tenía entre 10 y 12 años. El fiscal Marcelo Nessier derivó la causa a la Unidad de Género en Santa Fe, porque el denunciado “trabaja con él”. 
Thamina Habichayn
femicidio en carcarañá
Autora: Gisela Curioni

Un comisario supervisor que desarrolla sus tareas en Coronda, cuyas iniciales son C.A.M.F., fue denunciado por su primo varios años menor, por haber abusado del joven cuando tenía entre 10 y 12 años. Los delitos fueron cometidos en la casa de la familia del policía en Coronda, entre 1996 y 1999, cuando el chico quedaba a cargo de su tía jubilada porque sus padres trabajaban. Con la salida de los mayores, ocurrían los abusos. 

La denuncia fue radicada el 28 de agosto en una comisaría de Rosario pero como los hechos ocurrieron en Coronda, pocos días después la causa fue trasladada a la físcalía de esa localidad. Una vez allí, el fiscal Marcelo Nessier derivó nuevamente las actuaciones a la fiscalía de género de Santa Fe y por mail dio una justificación al denunciante: “Usted radica una denuncia contra una persona que, actualmente, es funcionario policial y que se desempeña en la órbita del departamento donde soy fiscal. Es decir, en pocas palabras, que el imputado trabaja conmigo y, por tanto, -por un deber de objetividad- para evitar planteos de su parte, entiendo que lo correcto es que intervenga otro fiscal que no trabaje con ese funcionario policial”. 

Recién a mediados de enero, casi cinco meses después de la denuncia, el sobreviviente fue citado a declarar y le informaron que la investigación está a cargo del fiscal Matías Broggi de la Unidad Fiscal Especial de Violencias de Género, Familiar y Sexual (Gefas). 

Tres sobrevivientes

El joven denunciante explicó a Periódicas que, aunque está en Rosario desde hace 10 años, toda su infancia vivió en Coronda. Cuando sus padres iban a trabajar, a él y a su hermana mayor los dejaban a cargo de su tía, la mamá del policía denunciado. Cuando su tía tenía que salir a hacer mandados o por alguna urgencia, quedaban solos y allí ocurrían los abusos. 

Los abusos comenzaron cuando el denunciante tenía 10 años, en 1996. Luego de hacer la denuncia, él tomó conocimiento de que su hermana y otro primo suyo también fueron abusados por la misma persona.

Autora: Titi Nicola l CC BY-SA 4.0

Según la reconstrucción de los hechos que hicieron en conjunto, creen que primero abusó de su hermana mayor, luego de su primo (también primo del policía) y finalmente de él. Todos fueron por separado y ninguno se enteró de los abusos hasta agosto, cuando el sobreviviente tomó la decisión de denunciarlo. 

“Cuando abusaba de mi hermana, él tenía aproximadamente 17 años y continuaron hasta que fue mayor de edad”, indicó el sobreviviente. Los abusos finalizaron cuando ingresó a la escuela de policías en el 2000

En contexto de juegos

Según narró el joven todos los delitos contra su integridad sexual ocurrieron en un contexto de juegos. Primero comenzaron como “prendas” que él debía cumplir cuando perdía y luego, a partir de las amenazas y el miedo, los abusos se hicieron más frecuentes en la habitación del agresor. “Me decía que le iba a contar a mis padres lo que hacíamos, me hacía creer que yo era el malo”, narró.

8M abuso sexual
Autora: Titi Nicola l CC BY-SA 4.0

El joven tomó la decisión de radicar la denuncia luego de un viaje a Mendoza. “En el viaje perdí un reloj que me había regalado mi papá que ya falleció, y me puse muy mal. Luego entendí que perder ese objeto para mí era muy triste porque mi primo me robaba relojes y me amenazaba con contar ‘lo que hacíamos’ si yo le decía a los mayores que me había sacado el reloj”, relató el denunciante. “A partir de ese recuerdo que le pude contar a mi actual novia, decidí comenzar a ir a terapia y luego pude denunciar todo lo que pasó”, agregó. 

Tras denunciar los hechos, se comunicó con su familia y así es como tomó conocimiento de que su hermana y su primo también habían sido abusados. 

La respuesta del fiscal de Coronda

Cuando el joven realizó la denuncia en Rosario, tuvo respuestas casi inmediatas y le explicaron que derivaron las actuaciones a Coronda porque los hechos fueron cometidos en esa jurisdicción. El fiscal de Coronda es Marcelo Nessier, quien luego de que el joven intentara comunicarse varias veces con él, envió un mail indicando que no podía tomar el caso porque el policía era su compañero de trabajo y que “la acción penal tiene plazos”, por lo que los delitos ocurridos hace 25 años pueden ser tomados como prescriptos. 

Autora: Gisela Curioni

“Es mi deber informarle que la acción penal (la posibilidad que tenemos para perseguir los delitos) tiene plazos; esos plazos están regulados por el Código Penal en sus artículos Arts.59 ss y cc., y por tanto, si se cumplen esos plazos, la acción penal prescribe (en pocas palabras, un delito NO se puede perseguir por siempre -indefinidamente-, hay plazos legales que, una vez cumplidos, impiden la persecución de ese delito -se llama prescripción-)”, escribió el fiscal. 

Al respecto, el denunciante expresó que “un abuso no prescribe; es lo peor que se le puede hacer a una persona y te marca hasta el final. El daño que a mi me generó no tiene fecha de prescripción”. El joven agregó que “la impotencia de que la justicia no avance, termina ganándole a todas las otras emociones que también son importantes”. En esa línea, destacó que “durante mucho tiempo tuve miedo y vergüenza, pero hoy ya no siento eso porque me di cuenta de que la culpa no era mía”.