Una nena de 12 años fue abusada por su padre y manifestó su deseo de abortar. Tenía un turno en el Hospital Iturraspe, pero no asistió: había sido captada por Grávida, una organización católica. Anoche fue encontrada en una de sus sedes. Una nota de Periódico Pausa.
Una noticia difundida en las últimas horas a partir de la información recabada por la periodista Bárbara Favant, de Diario Uno, estremece a Santa Fe y sus alrededores, y pone sobre la mesa nuevamente el larguísimo trecho que aún separa a la Ley de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo de su implementación efectiva.
El 19 de diciembre, una nena de 12 años asistió junto a su madre a un centro de salud en Garibaldi, en el departamento Castellanos, y se enteró de que estaba embarazada: según relató, había sido abusada en reiteradas ocasiones por su padre, que ya tenía denuncias en su contra por violencia de género y será imputado este miércoles. La voluntad de la menor fue clara: quería abortar, algo que también compartía su madre. A partir de ese momento intervinieron la Secretaría de la Niñez provincial y la Defensoría del Pueblo, que, con el consentimiento firmado de madre e hija, agendaron un turno para que la niña fuera atendida en el Hospital Iturraspe de la ciudad de Santa Fe el lunes 2 de enero, en el marco de la Ley 27.610 de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Sin embargo, el fin de semana pasado la menor y la madre fueron contactadas por miembros de Grávida, una organización católica que busca convencer a mujeres que atraviesan situaciones de violencia o vulnerabilidad e impedir que interrumpan sus embarazos, luego de una misa en María Juana, y desaparecieron. El día del turno llegó, pero la niña no asistió. Finalmente, luego de una búsqueda en la que participaron la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social y los Ministerios de Salud y de Igualdad, Género y Diversidad, tanto ella como su madre fueron encontradas por efectivos de la Agencia de Investigación de Trata de Personas ayer a la noche en la "Casa Hermanas de Betania", una de las sedes de Grávida, ubicada en 9 de julio 2663. Ahora, la Secretaría de Niñez quedó a cargo de la menor, que ya fue retirada de la institución religiosa y entrará en contacto nuevamente con los equipos de salud e interdisciplinarios del Estado.
El comunicado de la Secretaría de Niñez
En un comunicado difundido esta tarde, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia se explayó acerca del caso y afirmó que "en el marco legal correspondiente y con el consentimiento firmado por la madre y niña, [la nena] iba a acceder a la interrupción legal del embarazo, derecho otorgado por la Ley Nacional 27.610, en un efector público de la ciudad capital", pero que "los tiempos previstos para darle continuidad a lo acordado se vieron obstaculizados por la intervención de una organización civil que antepuso su objeción de conciencia frente a un derecho ya adquirido y sacó a la niña y a su madre fuera de la esfera del Estado".
Frente a esta situación, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia "impulsó una medida de protección excepcional transitoria para resguardar a la niña" y "garantizar sus derechos", dando cumplimiento "a lo consagrado en las Leyes nacional y provincial de Protección Integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes".
El abusador será imputado mañana
Por otra parte, el padre de la niña, Gustavo Miguel A., fue capturado ayer a la tarde en Recreo, luego de haber estado prófugo. Mañana se realizará la audiencia imputativa en los Tribunales de Santa Fe, a cargo del juez penal Martín Torres. La imputación correrá por cuenta de la fiscal del área de Delitos Sexuales Alejandra Del Río Ayala.