DerechosDestacadas

Invisibles nunca más

El Archivo de la Memoria Trans estrenó su primer audiovisual con foco en las existencias trans masculinas. Fue filmado y editado por Florencia Rinaldi y contó con la digitalización fotográfica de Tamara Zentner. El protagonista es Santiago Andrés Quintana, un varón trans de 53 años nacido en Villa Ana, provincia de Santa Fe.

Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

Este fin de semana, el Archivo de la Memoria Trans (AMT) estrenó a través de Instagram (IGTV) su primer audiovisual con foco en las existencias trans masculinas. El protagonista es Santiago Andrés Quintana, varón trans de 53 años, nacido en Villa Ana, provincia de Santa Fe.

¿Qué es el AMT?

Desde 2012 el Archivo de la Memoria Trans (AMT) se dedica a la reconstrucción documental de la historia y la memoria de las personas trans en Argentina. El proyecto, encabezado inicialmente por la activista trans Claudia Pía Baudracco, fue retomado tras su fallecimiento por María Belén Correa, que lo coordina hasta la fecha.

Periódicas conversó con María Belén que es fundadora y directora del AMT, y con Giovi Novello, cantante y guitarrista de Vomitan Glitter, coordinador por Santa Fe de la Asociación de Varones Trans y No Binaries e Integrante del AMT por Santa Fe.

Belén relata casi como chipeada el inicio del Archivo. Cuenta, desde el anecdotario que carga en su cabeza permanentemente, el capítulo sobre el hallazgo de la enorme caja con negativos, fotos, boletos de avión, cartas y otros documentos que dejó como legado Claudia Pía y que fue el puntapié inicial para el trabajo archivístico y documental que dio vida al Archivo, al libro de la Memoria Trans, a la web del espacio y a varios audiovisuales que narran las historias de resistencia, organización, amores y celebración de las existencias transfemeninas y travestis.

Acerca del nombre del Archivo relata el paralelismo del trabajo que realizan con la recuperación de archivos y documentos postdictadura en Argentina. "Estaba mirando un documental de Madres y Abuelas y en un momento les preguntan '¿Cómo hicieron ustedes para poder tener el archivo más importante de la dictadura con un Estado que se empeñó en ocultar todo? Y una de ellas le responde: 'Teníamos lo más importante que era la memoria de los sobrevivientes'. Y a partir de ahí nació el nombre Archivo de la Memoria Trans. Entonces hay un montón de cosas que, si ellas se pudieron reunir antes de que llegara la democracia, nosotras también", comenta Belén. "Cuando vino nuestra democracia en 2012 también nos pusimos a juntar cosas".

La militante coloca la necesidad de preservar la memoria al mismo nivel que todas las otras demandas de la población trans, remarcando que "no tiene que haber solamente redes de contención para poder repartir alimentos para los compañeros y compañeras, también tiene que haber redes para poder proteger la memoria porque es muy importante".

"Los pueblos que no tienen una memoria pueden repetir lo mismo. Pensemos en que la ley de identidad de género, que es la democracia de las personas trans, tiene nueve años. De acá a nueve años la ley va a tener 18. Van a nacer personas con leyes y no van a tener la menor idea de lo que pasó hace 15 años atrás, no van a poder imaginarse, y nos van a preguntar: '¿Como que vos en el 2011 votabas en la mesa de hombres? No te puedo creer. ¿Y que te internaban con los hombres en la misma sala? ¿A vos no te daban las hormonas y no te operaban? ¿Pero a vos no te daban el DNI? Si es facilísimo, vos pedís y te lo dan'. Y no, no era así. Entonces esa importancia es la que tiene un archivo; la de poder contar lo que nos hicieron" apunta.

Las mujeres-hombre

El trabajo del AMT es amplio y variado también en términos historiográficos, y Belén da cuenta de esa construcción que oscila entre aquellos documentos preservados por las mismas personas trans y aquellos que dan cuenta de un relato "institucional" sobre esas existencias.

"Si tenemos que estar revisando en los papeles y en las hemerotecas, los varones trans están presentes desde el 1900", asegura la Directora del AMT.

Detalla además que este registro tiene características muy concretas por las particularidades geopolíticas, pero también identitarias especificas: "Argentina era un país de refugio de las personas trans europeas. Están presentes en los registros de psiquiatría, en los registros policiales. Y después en la prensa, en los años 30, en los 60. Se podría llegar a decir que eran semi-respetados, nombrados como "las mujeres-hombre". Eran personas que escribían, que llamaban la atención porque andaban vestidos de traje, eran muy educados. En algún momento los trataban con ese juego de palabras un tanto vulgar, que era totalmente opuesto a cómo eran retratadas las mujeres trans en esa misma época, porque no estaban inscriptas dentro de las letras, de la medicina, o de lo que era lo artístico, como si lo estaban los hombres trans en ese momento".

Adelanta que "esto es lo que va a empezar a trabajarse sobre de la población de hombres trans, pero desde las memorias más cercanas", pues aparece como condicionante la cuestión de la finitud y la urgencia, que sintetiza casi poéticamente en la frase "cada vez que se nos muere un compañero mayor es como prender fuego una biblioteca".

Con los compañeros

Sobre la participación de los compañeros trans en el archivo, la activista es tajante: "Desde el inicio estuvieron los varones, lo que pasa es que cada uno en nuestra población tiene un tiempo distinto, no es que ahora se incorporaron. Los chicos están organizados hace un año haciendo recolección de material y teniendo sus propias reuniones. Lo que ha salido ahora fue muy preparado".

Añade que "el Archivo lo que esta haciendo es allanar el camino para que no pase lo mismo que pasamos nosotras al inicio: el ninguneo de que no éramos artistas, el ninguneo de que no éramos coleccionistas, que no éramos fotógrafas, que no éramos archivistas. Entonces todo ese ninguneo ya se lo hemos allanado a los varones para decirles 'bueno, ahora organícense, tienen nuestro espacio. ¿Qué quieren hacer? Porque nosotras no vamos a hacer nada por ustedes. Cuando ustedes quieran hacer algo nos avisan'".

Sobre el documental estrenado remarca que fue "una iniciativa de los chicos de Santa Fe de ir, subirse a un auto y conseguir alguien que grabe".

De lo que implica en términos simbólicos este primer registro la mujer trans evalúa que "es tener la experiencia del agradecimiento de que alguien te escuche y esa es la importancia de que haya un archivo, de que alguien te documente, de que los chicos quieran empezar a documentar sus historias".

Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

Las voces propias

Giovi Novello, que también es un varón trans, fue uno de los productores junto con Santiago Quizamás y Pamela Rocchi, del audiovisual que estrenó el Archivo.

Gio hace incapié en la movilizante experiencia de entrevistar al protagonista del audiovisual: "Con Santiago fue impresionante, porque tenemos una hora y media de rodaje fácil de él hablando. En ningún momento lo queríamos interrumpir, pero había veces que entre todos, incluso él, teníamos que parar porque estábamos llorando, todos destrozados con lo que nos compartía".

"El momento mas duro del encuentro fue el de la despedida", dice. "Santi nos verbalizó que en el momento en el que nos teníamos que ir fue el momento más desgarrador, incluso después de haber contado todo lo que nos contó. Después de tanto tiempo solo, gracias al Archivo, se encontró con otros varones trans en su casa, que estaban interesados en escuchar lo que le paso y cómo se sentía con esto, y eso para él fue lo más lindo", declara el militante.

"Hablábamos después con los compañeros con los que fuimos de la experiencia de Santiago. Todas las historias que narra es él solo luchando contra todo un pueblo, luchando contra toda una ciudad. Todos los lugares donde se mueve siempre lo hizo estando muy solo, y de no haber sido escuchado nunca, de repente habla, nos cuenta sus vivencias, verbaliza por primera vez algunas cosas, y eso se sube al Archivo de la Memoria Trans y es escuchado por todo el país y también por gente de otros países", añade.

Giovi comenta también que "hasta hoy Santi no para de escribirnos toda la noche y toda la madrugada contándonos que no puede parar de estar muy emocionado. Incluso se tomó el trabajo de responderle a cada una de las personas que comentaron el vídeo y eso para nosotros es algo increíble, porque también pensábamos que de repente vamos a ser vistos, por qué los varones también siempre estuvimos muy invisibilizados. Vamos a ser escuchados y en una plataforma como la del Archivo es algo muy loco".

Sobre su experiencia en el AMT admite también sentirse muy emocionado. Comparte que siempre admiró mucho el trabajo del Archivo y que de hecho se compró en preventa el libro publicado por el espacio: "Estaba ansioso, esperé meses hasta que me llegue. Y ahora de repente un día estar trabajando ahí, en las internas del Archivo, para mí es un montón. Nunca pensé que iba a haber una parte para las transmasculinidades".

Y deja entrever una cuestión que hace a la importancia de este material: "Lamentablemente los varones trans estamos muy acostumbrados a que haya espacios que nos dejan afuera, incluso dentro del mismo colectivo. Por eso me parece algo súper importante para salir a hacer ruido esto, visibilizar que las masculinidades sean parte del archivo de la memoria".

El músico remarca también que llegar a Santiago tuvo sus propios desafíos por las violencias que atraviesan las masculinidades trans. "Hay muchos varones de la edad de Santiago que nunca, hasta el día de hoy, se animaron a salir de sus casas. Nos pasó que buscando a quien entrevistar hemos encontrado a otros varones trans grandes que quizás no quieren mostrarse, y que tuvieron vidas muy terribles y solitarias, y las siguen teniendo".

Acerca del impacto del material comenta que "cuando apenas lo pudimos compartir instantáneamente se hizo viral en Santa Fe, y esperamos que eso sirva también para visibilizar todo lo que venimos luchando los varones para para ser reconocidos y para para recibir una mano del Estado, de la gente que nos debería asistir y que nunca lo conseguimos.

Pero pese a la indiferencia afirma que se esfuerzan en continuar organizados: "Seguimos insistiendo hasta el día de hoy, pero nos terminamos ayudando entre nosotros. Somos una red de varones, en la que cuando uno puede ayuda al otro y cuando uno tiene un poco más lo comparte con el resto".

"Asumimos el trabajo de salir durante todo el día a repartir bolsones a todos los varones trans de las villas, que absolutamente nadie los tiene en cuenta. Entonces es importantísimo también que al tener el peso que tiene el Archivo de la Memoria".

"Esto va a ser algo muy importante para que seamos escuchados, y que además el protagonista sea un varón de Santa Fe es un montón", destaca Giovi. "En lo personal me parece algo alucinante poder tener esta oportunidad, al menos desde el lugar que me toca de poder hacer algo".

La vista en mañana

Sobre los nuevos horizontes del AMT, su directora proyecta con la mirada puesta en los próximos 6 años. "Hoy entre los planes que tengo quiero que salga un libro celeste de los varones trans. Si sacamos el libro rosa, ahora necesito un libro celeste del mismo tamaño de varones trans", apunta Belén.

"Claro que falta mucho trabajo, porque hay que conseguir muchísimo material y federalizarlo como lo hicimos con el libro de las chicas. Ese fue un trabajo de tres años, de reuniones y reuniones, poner y sacar, y proyectar cómo iba a ser, si iba a ser anillado, si no... y llegó un momento que dijimos 'hay que sacarlo'".

"Proyecto que de acá a algunos años tengas un libro rosa, un libro blanco y, un libro celeste que formen una bandera trans en tu biblioteca y seas una coleccionista", dice la activista. "Y te digo sueños más grandes; sueño con una red de latinoamericana de archivos trans. Sueño con una convención de archivos, donde todos hagamos lo mismo".

Belén también sueña con un espacio físico para el AMT. "Como el formato de la casa del teatro", expresa. "Poder tener un lugar donde se narra, lugares donde poder generar dinero y que tenga también un espacio para muestras. Sueño con cosas así", concluye.

Ya vas a ver cuando venga tu padre

El documental, que ya se puede ver en el IGTV del Archivo de la Memoria Trans, narra la historia de Santiago Quintana, hombre trans, santafesino, de 53 años.

La soledad, el abandono familiar y también social y las violencias hacia las masculinidades trans, son algunos de los elementos presentes en el relato crudo y en primera persona de su protagonista.

Con este lanzamiento se inaugura un nuevo capítulo en la recuperación de la memoria de nuestra población, porque invisibles nunca más.