Violencia machista

La impunidad de un acosador

Una joven santafesina denuncia que vive encerrada por miedo a que su acosador la violente y que ya no sabe que más hacer. Fue golpeada ferozmente en la calle y en la institución educativa a la que asiste.

Foto: Paula Kindsvater | CC-BY-SA-4.0

K. es una adolescente de 19 años que vive un tormento por la situación provocada por A. V. de 20, quien la hostiga, amenaza, persigue y hasta le provoca golpes desde diciembre del año pasado hasta esta semana. Junto a su familia radicaron dos denuncias formales en los Centros Territoriales de Denuncias, y a partir de esas hicieron más de diez extensiones con cada nuevo suceso. "Ya me golpearon en nombre de él y no sé qué más hacer", relata la chica en la última presentación.

Todo comenzó durante los últimos meses de 2018 en la escuela N° 633 “Centenario de Bolivia”, una institución educativa del norte de la ciudad de Santa Fe a la que asistían ambos pero a diferentes años y especialidades. Según las denuncias presentadas por K. en febrero y abril a las que tuvo acceso Periódicas, A. V. –hoy imputado– comenzó a escribirle por redes sociales en sus fotos, luego por privado y al no recibir respuesta, entre insultos comenzó a amenazarla con "encontrarla" y agredirla física y sexualmente.

De allí, la situación solo empeoró. Múltiples cuentas con distintas variantes del nombre de K. y de otras personas que ella conocía aparecieron en las redes sociales. A.V. las usaba para enviar mensajes a las docentes de la joven con el fin de conseguir la dirección de su casa. En una de las capturas de pantalla presentadas, se puede ver hasta la foto de un arma. Al mismo tiempo, desde otras cuentas se publicaban fotos de la joven con distintos mensajes en posteos de grupos de compra y venta de Facebook con el objetivo de difamarla. Además, en la constancia policial se indica que otra mujer también radicó una denuncia por los mismos motivos contra este sujeto. El método de acoso continúa hasta hoy donde K. sigue recibiendo amenazas de cuentas que desaparecen cuando el mensaje es recibido. Incluso en el mismo momento en que este medio estaba entrevistando a las damnificadas, recibió esta amenaza: "Me hubiera encantado abrirte como un sapo, la próxima te hago coger".

"El 11 de marzo mi hija salió de mi casa para tomarse el colectivo y cuando estaba por llegar la choca un auto de atrás y se cae al piso. Se baja del auto el conductor, le da patadas en el cuerpo y en la cabeza, la agarra de los pelos y le dice: "Eso por denunciarlo a A. V. no te van a quedar más ganas de hacerte la linda". Como pudo se levantó, corrió y nos llamó. El 12 de marzo lo toma al caso la fiscalía –a cargo de Estanislao Giavedoni– con las denuncias de K. y de la de la otra mujer por las amenazas de violación y muerte", describe con preocupación C., la madre de la joven, a Periódicas.

K. consiguió que se le otorgue una medida de distancia contra él y un botón antipánico, pero afirma: "Nunca la cumple, no puede ni estar en Santa Fe y lo he visto. Me amenaza que me va a hacer algo cuando salga de estudiar, que él sabe dónde voy y que hay personas que le avisan a él qué hago. Me prometieron custodia pero todavía no tengo".

Este miércoles K. volvió a denunciar que fue golpeada dentro de las instalaciones educativas a la que asiste en pleno horario de clases. Fue cuando salió por un momento para hacer unos trámites administrativos con las autoridades pero nunca llegó a las oficinas. C. le relató a Periódicas: "La golpearon en el cuerpo y la cara en uno de los pasillos, y le dijeron que saque las denuncias porque la próxima sí o sí la matan. Tenemos desesperación. No llegó a activar el botón de pánico en ese momento porque no se imaginó que iban a estar ahí dentro del edificio, pero sí lo hizo cuando pudo. Los primeros que llegaron fueron los policías a los diez minutos pero del Centro de Monitoreo tardaron 20 en llamar para ver si no había apretado por error. Los investigadores nos dijeron que no pueden hacer mucho porque a las amenazas las hace por Facebooks truchos que borra al rato. Nosotros sabemos quién es pero nos dicen que como no se puede comprobar puede ser ella misma la que sube los escraches. Mi hija no puede hacer su vida, ahora nos dicen que va a tener custodia permanente para poder seguir estudiando pero no entendemos por qué tenemos nosotros que vivir así".

La respuesta del Ministerio Público de la Acusación

Desde la Fiscalía de la Regional 1 confirmaron a este medio que por este caso hay una persona imputada por amenazas coactivas y que fueron secuestrados varios dispositivos móviles de su entorno que están siendo investigados. Al mismo tiempo, se lo obligó a constituir domicilio fuera de Santa Fe, y hoy está viviendo en otra ciudad del norte provincial.

También desde el MPA se ordenó custodia para la víctima y para la escuela N° 633 “Centenario de Bolivia”, donde habrían comenzado la amenazas. Destacaron además, que la administración y gestión de la custodia son manejadas por el Ministerio de Seguridad en coordinación con las víctimas que acceden al programa de protección de testigos. Por otra parte, los botones antipánico son entregados por el Área Mujer y Diversidad de la municipalidad de Santa Fe y los dispositivos están conectados a la Central de Monitoreo del gobierno local.